10. 1 Consideraciones generales

 

Uno de los principales criterios para decidir si ejecutar o no un proyecto consiste en comparar los beneficios y costos del mismo. El proyecto será llevado a cabo si los beneficios que genera superan a los costos en que se incurrirá. En la evaluación privada de proyectos los beneficios y costos se estiman desde el punto de vista del inversor. En la evaluación social de proyectos, en cambio, los beneficios y costos deben estimarse desde el punto de vista de la sociedad en su conjunto.

El presente trabajo estima la conveniencia de proteger y desarrollar la zona del Valle del Lunarejo como área turística desde el punto de vista de la sociedad en su conjunto y no desde una óptica meramente privada. El trabajo sirve también como base para determinar la conveniencia de declararlo área protegida. Para ello se deberían tomar en cuenta casi exclusivamente los beneficios que se determinan ya que los costos de dicha declaración son prácticamente nulos.

Los costos sociales se estimaron a partir de los costos privados corregidos por los precios de cuenta estimados para Uruguay. La característica de dichos precios es que buscan estimar el verdadero valor de los bienes e insumos para el país. La corrección por precios de cuenta es usual en el análisis de proyectos públicos tales como obras de saneamiento, agua potable, caminería y electrificación.

El principal problema para determinar la conveniencia social de desarrollar y proteger el Valle del Lunarejo se presenta en la estimación de los beneficios que ello conllevaría a la sociedad. Al contrario del común de los bienes, las áreas protegidas no tienen en general un precio o valor explícito en el mercado. Por tanto, para una correcta estimación del valor de las mismas se deben aplicar métodos que hagan explícito el valor que tiene para la sociedad el contar con ellas. Los métodos más usados para ello son el de valoración contingente, el de costo de viaje y el de precios hedónicos. Este trabajo aplica en parte el método de valoración contingente.

1) Beneficios sociales de la protección y desarrollo de la zona

En su publicación "Los beneficios de los parques y la recreación", el Servicio de Parques Canadiense y la Asociación de Recreación clasifican los beneficios brindados por los parques y la recreación en personales, sociales, económicos y ambientales. Entre los beneficios económicos que presenta el estudio se incluye el hecho que los parques y áreas protegidas actúan frecuentemente como catalizadores del turismo en la zona lo que dinamiza la actividad económica a la vez de generar una mayor recaudación de impuestos. Se incluye también el aumento en el valor residencial y de la tierra en la zona cercana al parque. Finalmente, los autores establecen que habitualmente el público está dispuesto a pagar por la protección y la rehabilitación ambiental en sus comunidades.

En este trabajo se consideró que los principales beneficios cuantificables de desarrollar y proteger el área provendría del aumento en el número de visitantes a la zona y del impacto de la actividad turística sobre la actividad económica en la zona. También se consideró, a modo de ensayo, si el público estaría dispuesto a pagar impuestos adicionales para conservarla como área protegida, aún en caso que no lo visitaran.

En resumen; en la determinación de los beneficios de proteger y desarrollar el Valle del Lunarejo se tuvieron en cuenta los siguientes elementos:

  1. La utilidad o beneficio que presta a los potenciales visitantes el acceder al área. Dichos beneficios se estimaron a través de la disposición a pagar del público por el acceso, a su particular flora y fauna, y a los servicios en él prestados.
  2. La revitalización de la actividad económica de la zona como resultado del incremento de la actividad turística.
  3. La disposición a pagar del público por mantener el Valle del Lunarejo como área protegida, aún en caso que no lo visitaran.

No se consideró el aumento en el valor de las tierras en la zona dentro de los beneficios. Tampoco se consideró el efecto sobre el mercado laboral ya que es de difícil estimación.

2) Metodología de Valoración Contingente

La estimación de los beneficios presentados en el punto i de la sección anterior se basó en la metodología de valoración contingente. Dicha metodología intenta descubrir la disposición a pagar del individuo por un bien determinado a través de una serie de preguntas. Luego de una etapa de escepticismo en la década de los ochenta, dicha metodología se ha transformado en una de las más usadas en la evaluación de proyectos sociales y ambientales que involucren la provisión de bienes que no tengan un valor explícito de mercado. A modo de ejemplo, desde 1990, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) usó la metodología de valoración contingente en 13 de 18 proyectos aprobados en distintos países sobre provisión de saneamiento o tratamiento de efluentes.

La idea fundamental es que la curva de demanda por un bien representa el beneficio o utilidad marginal que un individuo obtiene de consumir una unidad adicional de un bien determinado. El área debajo de la curva de demanda representa por lo tanto la utilidad total, el valor total, que le asigna el individuo al consumo de un determinado bien. Obviamente, el individuo valora el consumo de una cantidad de cierto bien al menos en el precio que paga por el mismo. Esto es, si un individuo paga $U 10 por una entrada a un parque nacional, es obvio que valora el servicio que le provee dicho parque por lo menos en $U 10 (área abde en el Gráfico 1).

Sin embargo, existe otro elemento que no es efectivamente pagado por el individuo y que se debe tomar en cuenta a efectos de una correcta estimación del valor que tiene el acceder al área protegida: el excedente del consumidor. Dicho excedente se representa por el área comprendida entre el precio pagado por el bien y la curva de demanda (área abc en el Gráfico 1). El excedente del consumidor resulta del hecho de que habitualmente los individuos estarán dispuestos a pagar un monto mayor por acceder a un determinado bien de lo que efectivamente pagan por el mismo. La diferencia entre el máximo que estaría dispuesto a pagar por determinada cantidad de un bien (área cdeb en el Gráfico 1) y lo que efectivamente pago es el excedente del consumidor (área cab en el Gráfico 1). Una correcta cuantificación del valor que tiene un bien para un individuo o para la sociedad deberá necesariamente contener al menos una estimación del excedente del consumidor ya que a pesar que el consumidor no esté pagando por el bien, estaría dispuesto a hacerlo. La no-inclusión del excedente del consumidor, llevaría a una subestimación de la verdadera valoración que hace la sociedad del Valle del Lunarejo.

Gráfico 1

En definitiva, la valoración total atribuida al consumo de un determinado bien, visitas al Valle del Lunarejo en nuestro caso, proviene de la suma de las áreas abc y abde.

La demanda por áreas naturales, al igual que la demanda por cualquier otro bien se ve influida por el nivel de ingreso de la población, la disponibilidad de áreas sustitutas y la variedad y calidad de los servicios que se presten en la misma. Los tres elementos quedaron de manifiesto en el relevamiento descrito más abajo.

En el estudio se realizaron preguntas "tipo remate" que intentan capturar la verdadera valoración del individuo por acceder al área protegida (áreas abc y abde del gráfico 1). Las preguntas tipo remate consisten en preguntarle al individuo si por acceder al bien está dispuesto a pagar una serie de valores crecientes. El siguiente es un ejemplo de pregunta tipo remate formulada en el relevamiento: ¿hasta cuanto estaría dispuesto Ud. a pagar por entrar al parque del Valle del Lunarejo? ¿hasta $U 50? En caso que la respuesta sea positiva se le pregunta: ¿hasta $U 80? Si la respuesta sigue siendo positiva se salta al próximo valor. ¿Hasta $U 100? El proceso sigue hasta obtener una respuesta negativa. El último valor obtenido se considera como una aproximación de la máxima disposición a pagar por acceder al bien en cuestión. En el relevamiento se incluyeron dos preguntas con el objetivo de chequear la consistencia de las preguntas iniciales.

Limitaciones de la metodología de valoración contingente

1. Una de las principales limitaciones de la metodología de valoración contingente es que las personas relevadas pueden sobre o sub-declarar lo que están dispuestos a pagar por acceder al área natural. El incentivo a sobre declarar su disposición a pagar provendría de la suposición del individuo de que a él no se le cobraría por acceder al área cuando ésta se construyese. En este caso, el entrevistado podría sobre declarar su disposición a pagar de modo de asegurarse que el bien sea provisto (en el caso que el Valle del Lunarejo sea declarado área protegida). Por el contrario, si el individuo supone que efectivamente a él se le cobrará por acceder al bien una vez que éste sea provisto, tendrá un incentivo a sub declarar su disposición a pagar.

2. Existe también el riesgo - muy común en los estudios de marketing - que al ser pregutado el encuestado manifieste interés en comprar el producto (o visitar el lugar) pero luego no lo haga en la práctica.

3. Una tercera limitación proviene de la dificultad del encuestado para formarse una idea clara del lugar sobre el que se le está preguntando o del servicio que se le está ofreciendo.